junio 09, 2010

Dos meses después…

¡Hola amigos!

Después de mi último post, han pasado muchas cosas, entre ellas una tormenta fatal para la población guatemalteca y una "negra nevada", como el humor chapín bautizó a la tremenda lluvia de arena expulsada por el volcán Pacaya, ubicado entre los departamentos de Guatemala y Escuintla, al sur de la ciudad capital... el volcán más activo de Centro América.

Aquí, un link con información del volcán pacaya, y aquí un video de la erupción alojado en YouTube y tomado por RusiaToday (RT).

 

Gracias a Dios, el pueblo guatemalteco es fuerte, luchador y sabe cómo ponerse en pie luego de ser golpeado.

Lamento las pérdidas a la industria, a la agricultura, pero lamento mucho más, las pérdidas humanas.  Desde aquí, mis condolencias a los deudos de los fallecidos en tan trágicos eventos.

Volviendo a lo nuestro…

Hace unos días, hablé con una muy buena amiga, quien trabaja en el mismo lugar que yo, y comentamos sobre cómo hacer una rica comida con carne de res, el corte… bolovique.

Cuánto tiempo y cómo lo hizo, no lo sé, porque ella cocinó el corte en una olla de cocimiento lento.

La cuestión es que todos saben cómo preparar el bolovique en salpicón, pero, ¿lo han probado con salsa de naranja y piña?

¿No?

Bueno, manos a la obra.

Necesitarán un par de libras de bolovique, en trozo, lo ponen en su olla de presión con un poco de aceite.  La idea es sellarlo para que todo el sabor y el jugo de la carne queden dentro.

Una vez sellada totalmente, echan agua, cerca de litro y medio de agua, un par de dientes de ajo pelados, sal al gusto. A mi, en lo personal, me gusta ponerle una hoja pequeña de laurel. Tiempo de cocimiento: 20 minutos.

Cuando ya está cocido, lo sacan del agua y lo dejan reposar hasta que se enfríe, luego lo ponen en el refrigerador por unos 30 minutos.  Esto es para que se rodaje bien.  Pasado este tiempo lo sacan y lo cortan en rodajas de más o menos 1cm de ancho.

Las reservan en un plato plano.

Compran una piña y un par de naranjas, si pueden agrias, y si no encuentran, compran un limón.

Cortan la piña en rodajas de 1cm y estas las cortan en cubitos o triangulitos, cómo más les guste.

En una sartén mediana, colocan un poco de mantequilla a derretir a fuego medio.  Cuando ya esté totalmente derretida, echan la piña y una hermosa cucharada de azúcar morena. Remueven bien.

Cuando ya se ha disuelto en su mayoría el azúcar, y la piña tiene un bello dorado y brillo, agregan el jugo de naranja (y limón) y lo revuelven bien.  Rectifican sal y pimienta, bajan el fuego al mínimo y dejan hervir, sin dejar que reduzca mucho.

La mantequilla le dará cremocidad al jugo de naranja y lo convertirá en una salsa. En el último momento, antes de servirlo, agréguenle un generoso chorro de vino blanco… el perfume que le dará a la salsa les hará agua la boca.

Las rodajas de bolovique, será necesario pasarlas por un “golpe” de calor en el horno tostador, o si su horno tiene “broil” mejor.

Sirvan las rodajas bañadas con la cremosa salsa de naranja y piña, acompañados de arroz blanco y una ensalada verde de su preferencia.

Gracias Irmita, por su amistad, enseñanzas y por compartir conmigo, este delicioso momento.

Hasta la siguiente entrada.

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