Los días jueves, nos juntamos con un par de amigos, tenemos una charla llamada círculo, que es un medio de formación en donde conocemos un poco más cada día acerca del catecismo de la Iglesia católica y de qué forma podemos servirle a Dios en nuestras labores cotidianas y llegar a ser Santos en medio del mundo.
Al salir, mi buen amigo el Pelón y yo, pasamos a un supermercado, hacemos algunas compras y nos vamos a su casa… a ver qué sale.
Hemos hecho unas cenas… deliciosísimas!
Aquí les comparto la de ayer. La bauticé como Cazuela de verduras y pollo.
Es interesante ver cómo en la cocina no hay nada escrito sobre cómo hacer tal o cual platillo. Las recetas de los diversos platos son simples guías, pero no mandamientos de cómo preparar las viandas.
Esto es fácil.
Vaya al supermercado, o al mercado cantonal de su preferencia.
Compre filetes de pechuga de pollo. En algunas ocasiones, ya venden las pechugas en trozos, compre de esta para evitar la fatiga. Si no compró de esta, bueno, tome cuchillo y tabla y a trocear las pechugas de pollo.
Compre cebolla, tomate, chile pimiento (del color que guste menos rojo), papas, zuchini, un par de bolsitas de salsa de tomate preparada Natura’s Clásica Italiana y una bolsita de pasta de tomate Kern’s (que les valga la publicidad).
Corte un par de cebollas en julianas, no muy finas pero tampoco gruesas. Si lo prefiere puede cortarlas en cuadros de 1cm x 1cm aproximadamente.
Corte el tomate en cubos de 1cm x 1cm.
Corte el chile pimiento en tiras de 1/2cm de ancho y no más de 4cm de largo.
Corte grotescamente la papa, bien lavada y con cáscara, en cubos de 2cm x 2cm.
Los zuchini, lávelos bien y córtelos por la mitad y luego en 3 partes más o menos iguales.
Rico, ¿verdad?
En una olla, ponga unas dos o tres cucharadas de aceite, eche la cebolla y deje cristalizar.
Agregue el pollo en cubos.
Recuerde que la mayoría de personas lavan la carne de pollo bajo el chorro –grifo- de la cocina, pero, según la Food and Drink Federation, en un comunicado emitido en junio de 2004, esta es una muy mala práctica, pues se ha demostrado que de esta forma se diseminan los gérmenes que se encuentran en la piel y en la carne del animal sobre las superficies vecinas de la cocina y sobre los alimentos que se encuentran en las cercanías.
No hay que olvidar que los gérmenes que puedan encontrarse en la piel y en la carne del ave son liquidados durante el proceso de cocción, por lo que es solo necesario sumergir la carne en agua, sobándolo un poco y luego dejarla en un plato para que acabe de escurrir.
Lávese muy bien las manos después de manipular la carne de pollo, o cualquier otra carne cruda que haya tocado.
Deje cocinar por 5 minutos, moviendo de vez en cuando.
Pasado este tiempo, ya solo consiste en ir echando cosas a la olla.
Empezamos con las salsas de tomate y la pasta, junto con un vaso –250ml- de agua. Removemos un poco para mezclar la pasta de tomate.
Dejar cocer por 2 ó 3 minutos y se agrega el chile pimiento.
Dejar cocer por 2 ó 3 minutos, se agrega la papa y el zuchini.
Tapar y dejar cocer por 10 ó 15 minutos, con el fuego medio, hasta que la papa esté blanda, al igual que el zuchini.
Retirar del fuego y agregar unas 3 ó 4 cucharadas de perejil picado, remover bien y servir de inmediato.
Mi amigo y yo lo acompañamos con un arroz amarillo que él hizo, fenomenal.
No sé que me gustó más, el pollo que hice, o el arroz que él hace que le queda buenísimo, hasta para comerlo solo.
En fin, estuvo deliciosa la cena.
Buena noche amigos lectores, hasta la otra semana.
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