septiembre 30, 2010

Brochetas de Pollo

Hola a todos…  Pido disculpas por no escribir desde Julio, el tiempo pasa súper rápido y con todo lo que hay que hacer… ufff, no queda tiempo para sentarse y escribirles.  Sin embargo, cuando lo hago, saben que viene algo bueno.
Pues bien, el tema de esta noche (son las 9:47pm) es el de los “Amigos”.
Soy una persona que puede decir que tiene muchos amigos, pero… ¿Qué es un amigo?
Bueno, un amigo, desde donde yo lo veo, y dependiendo de mi elección es un Ángel que Dios me pone en la vida para que nos ayudemos mutuamente a hacernos el camino más “divertido”.  Ese acompañamiento que recibimos, por toda nuestra vida, o por un lapso de ella, cuando necesitamos que alguien nos reconforte, nos oriente, nos guíe…
Un amigo de verdad te ayuda sin pensarlo… esto trae a mi mente una ocasión en que volvía a mi casa luego de hacer las compras del “súper”.  Siempre voy tarde, después de las 8pm porque así ya no hay mucha gente, compro lo que necesito y salgo cuando ya está cerrado el local.
Pues bien, en un semáforo, un auto nos chocó por detrás.  El golpe fue tan fuerte que la lodera trasera se pegó a la llanta, impidiendo que esta girara libremente.
Llamé a uno de mis amigos, cuya casa queda cerca, y llegó a auxiliarme. Ya era tarde, no recuerdo si llovía, pero si recuerdo que me dijo: “ya estaba en la cama, y sólo me puse esta camisa y me viene”.
Llegó con su hijo mayor a ayudarme a mi y a mi esposa.
Pero no queda allí el cuento. Como la lodera estaba pegada a la llanta y ésta no giraba, se las ingenió con las herramientas que llevaba para separar la lodera una pulgada!!! Así quedó libre la llanta y el carro pudo moverse.  No conforme, me “escoltó” hasta mi casa, fue a traer a mi hijo que estaba en casa de mis padres y lo llevó de regreso a mi casa…
¿Cuántos amigos tenemos que haría esto por nosotros? Yo ya puedo decir que tengo uno.
Esperan la receta verdad…
Esta bien…
Hoy haremos… brochetas de pollo.
Ingredientes:
1 Libra de pechugas de pollo, lavadas y cortadas en trozos de una pulgada aproximadamente.
Zuccinis, verdes y amarillos, o los que más les gusten, cortados en rodajas de media pulgada de ancho… importante.
Tomate, si son cherry mejor, pero si sin de cocina, córtenlos en cuartos.
Cebolla, blanca o amarilla.  Yo prefiero la morada. También cortada en cuartos.
Piña cortada en rodajas y luego en cubos de media o una pulgada.
Baritas o palillos para brochetas.
De los últimos ingredientes no les doy medida, es mejo que ustedes le pongan más de lo que les guste y menos de lo que no les guste.
He probado diversos aderezos para la marinada del pollo, y este es el que más me gustó:
2 cucharadas de salsa soja o soya.
1 cucharada de vinagre de manzana.
1 cucharada de ketchup o salsa dulce.
2 ó 3 cucharadas de aderezo italiano marca Kraft (valga la publicidad).
Pimienta y sal al gusto… realmente sal no necesita, pero…
Mezclan todo y ponen el pollo en esta marinada por una hora… es suficiente.
TIP: Es buena idea sumergir los palillos para brocheta en agua, al menos una hora antes de prepararlos, para que no se quemen en el fuego.  Yo lo que hago es que lleno con agua pura y consumible un envase plástico de 1.5 litros de gaseosa, allí meto los palillos, le pongo la tapa y cuando los voy a usar, los saco.
Bien… preparemos las brochetas.
Si tienen churrasquera, grill o plancha, es hora de encenderla a fuego medio-alto.  Recuerden que, aunque sumergimos los palillos en agua, son de madera y al secarse se queman.
Tomen un palillo y “pinchen”, de forma intercalada pollo y las verduras, la combinación que me gusta es piña, pollo, cebolla, zuccinis, tomate.  Repitan al menos dos veces por brocheta.
Póngala en la churrasquera/grill/plancha y vayan dando vuelta hasta que el pollo esté bien cocido.
Sirvan de inmediato.  Es ideal como antipasto (en italiano, antes del plato principal).  Recuerden que el antipasto se sirve después del vino y el pan, pero antes de la comida principal. La excepción es que el antipasto es frio… estas brochetas no lo son, pero, en la cocina, el gusto de ustedes es el que vale.
Me encantan las brochetas de pollo acompañadas de una limonada bien fría para los niños, o una “sangrilla” para… por supuesto, mis amigos.
¿Si saben qué es, verdad? Si no, pueda que en alguna de las siguientes entregas les cuente el secreto.
Un abrazo, que tengan buena noche y hasta la próxima.

julio 25, 2010

Rollitos de carne molida

Hola amigos, ¿cómo estuvo la semana? BIEN!!

Claro, hay que quitar noticias trágicas sobre muertes, asaltos y otras cosas que, para mi, es el mercado de la prensa -toda la prensa.  Estas noticias, y es un punto de vista muy personal del que les escribe, dan la sensación de que estamos viviendo en un completo caos, como en las películas del viejo oeste norteamericano.

Dejando a un lado todo lo malo que pasa a diario, veamos lo bueno, lo que nos interesa a todos. Disfrutemos una deliciosa cena con nuestros amigos más cercanos, familiares a los que no hemos visto en poco o mucho tiempo, una cena donde compartir las noticias agradables sea mejor y nos sirva para mentalizarnos en un clima donde la violencia no exista.

Amigos, esta semana les compartiré una receta, que si bien no es especial como otras que he compartido, la compañía de la que disfruté la hizo especial.

... Manos a la obra ....

Necesitamos, para 4 personas:

1 libra de carne molida especial, si es de ternera, mejor, pero de res funciona muy bien.
1 chile pimiento o morrón -así le dicen en otros países como España.
1 cebolla amarilla cortada en julianas
2 cucharadas de maicena o fécula de maíz
1 huevo batido
Sal y pimienta al gusto

Para la salsa,
1 diente de ajo picado finamente
1 "sobre" de salsa Natura's clásica italiana
1 "sobre" de salsa Natura's clásica napolitana
1 bandeja de suchini o zuccini o ... no sé cual es la forma de escribirlo correctamente :D
1 ó 2 cucharadas de pasta de tomate
Consomé de res, sal y pimienta al gusto

Bien, empecemos.


  1. Condimente la carne molida con sal y pimienta, poco, recuerde que la salsa también lleva.
  2. Agregue la fécula de maíz, mezcle bien.
  3. Agregue el huevo batido y mezcle muy bien.

Con la mano, haga bolitas de carne de una onza aproximadamente.  Si la matemática no me falla, deberá tener 16 bolitas, cuatro para cada persona, o sea, 4 onzas de carne por persona. Si puede conseguirse una de esas máquinas para hacer tortillas, es el momento de darle buen uso, pero si no, una tabla de picar y la superficie plana de su mueble de cocina o mesa servirán.


Haga tortillas con las bolitas de carne, es buena práctica utilizar dos hojas de plástico, no se complique, no use papel film porque da malos resultados. Aunque usted no lo crea, las bolsas plásticas donde le dan el pan en la tienda son las mejores para esto.

Para cada tortilla que haga, ponga en una orilla unas julianas de cebolla y unas más de chile pimiento. Enrolle sobre ellas y asegúrese de que quede bien compacto. Inmediatamente póngalas en un sarten con aceite y fríelas. Cuando ya estén bien doradas, póngalas en un plato y resérvelas.

Ahora preparemos la salsa...

En el mismo sarten donde se frieron los rollitos de carne, ponga la cebolla y el chile pimiento que le sobró, agregue el diente de ajo picado y deje freír un minuto.  Recuerde que el ajo contiene, para su tamaño, gran cantidad de azúcar, por lo que el tiempo de cocción de este es muy corto.

Vacíe las "bolsitas" de salsa de tomate y agregue igual cantidad de agua -secreto: eche la salsa en el sarten y vierta agua en la misma bolsita de salsa, revuelva un poco y vacíe en el sarten.

Agregue la pasta de tomate, los suchinis y deje hervir por 5 minutos.

Incorpore los rollitos de carne, mueva un poco, agregue más agua de ser necesario, tape y deje hervir 10 minutos más.

Sirva caliente con arroz blanco o amarillo, acompañe con una ensalada de lechuga, pepino y zanahoria rallada, sin más aderezo que un chorro de aceite de oliva y sal.

Amigos, disfruten de una deliciosa comida, pero disfruten más, de una agradable compañía.

Mi papá una vez me dijo:  "Los hijos, no los podemos elegir; a nuestros padres, no los podemos elegir; pero a nuestra pareja y amigos, siempre los podremos elegir".

Gracias Dios Mío, por darme la sabiduría suficiente para elegir correctamente a mis amigos, pero Gracias aún más, por darme la sabiduría necesaria para educar y orientar a mis hijos.

Hasta la siguiente ocasión.

junio 11, 2010

Cazuela de verduras y pollo

Los días jueves, nos juntamos con un par de amigos, tenemos una charla llamada círculo, que es un medio de formación en donde conocemos un poco más cada día acerca del catecismo de la Iglesia católica y de qué forma podemos servirle a Dios en nuestras labores cotidianas y llegar a ser Santos en medio del mundo.

Al salir, mi buen amigo el Pelón y yo, pasamos a un supermercado, hacemos algunas compras y nos vamos a su casa… a ver qué sale.

Hemos hecho unas cenas… deliciosísimas!

Aquí les comparto la de ayer.  La bauticé como Cazuela de verduras y pollo.

Es interesante ver cómo en la cocina no hay nada escrito sobre cómo hacer tal o cual platillo.  Las recetas de los diversos platos son simples guías, pero no mandamientos de cómo preparar las viandas.

Esto es fácil.

Vaya al supermercado, o al mercado cantonal de su preferencia.

Compre filetes de pechuga de pollo. En algunas ocasiones, ya venden las pechugas en trozos, compre de esta para evitar la fatiga. Si no compró de esta, bueno, tome cuchillo y tabla y a trocear las pechugas de pollo.

Compre cebolla, tomate, chile pimiento (del color que guste menos rojo), papas, zuchini, un par de bolsitas de salsa de tomate preparada Natura’s Clásica Italiana  y una bolsita de pasta de tomate Kern’s (que les valga la publicidad).

Corte un par de cebollas en julianas, no muy finas pero tampoco gruesas.  Si lo prefiere puede cortarlas en cuadros de 1cm x 1cm aproximadamente.

Corte el tomate en cubos de 1cm x 1cm.

Corte el chile pimiento en tiras de 1/2cm de ancho y no más de 4cm de largo.

Corte grotescamente la papa, bien lavada y con cáscara, en cubos de 2cm x 2cm.

Los zuchini, lávelos bien y córtelos por la mitad y luego en 3 partes más o menos iguales.

Rico, ¿verdad?

En una olla, ponga unas dos o tres cucharadas de aceite, eche la cebolla y deje cristalizar.

Agregue el pollo en cubos.

Recuerde que la mayoría de personas lavan la carne de pollo bajo el chorro –grifo- de la cocina, pero, según la Food and Drink Federation, en un comunicado emitido en junio de 2004, esta es una muy mala práctica, pues se ha demostrado que de esta forma se diseminan los gérmenes que se encuentran en la piel y en la carne del animal sobre las superficies vecinas de la cocina y sobre los alimentos que se encuentran en las cercanías.

No hay que olvidar que los gérmenes que puedan encontrarse en la piel y en la carne del ave son liquidados durante el proceso de cocción, por lo que es solo necesario sumergir la carne en agua, sobándolo un poco y luego dejarla en un plato para que acabe de escurrir.

Lávese muy bien las manos después de manipular la carne de pollo, o cualquier otra carne cruda que haya tocado.

Deje cocinar por 5 minutos, moviendo de vez en cuando.

Pasado este tiempo, ya solo consiste en ir echando cosas a la olla.

Empezamos con las salsas de tomate y la pasta, junto con un vaso –250ml- de agua. Removemos un poco para mezclar la pasta de tomate.

Dejar cocer por 2 ó 3 minutos y se agrega el chile pimiento.

Dejar cocer por 2 ó 3 minutos, se agrega la papa y el zuchini.

Tapar y dejar cocer por 10 ó 15 minutos, con el fuego medio, hasta que la papa esté blanda, al igual que el zuchini.

Retirar del fuego y agregar unas 3 ó 4 cucharadas de perejil picado, remover bien y servir de inmediato.

Mi amigo y yo lo acompañamos con un arroz amarillo que él hizo, fenomenal.

No sé que me gustó más, el pollo que hice, o el arroz que él hace que le queda buenísimo, hasta para comerlo solo.

En fin, estuvo deliciosa la cena.

Buena noche amigos lectores, hasta la otra semana.

junio 09, 2010

Dos meses después…

¡Hola amigos!

Después de mi último post, han pasado muchas cosas, entre ellas una tormenta fatal para la población guatemalteca y una "negra nevada", como el humor chapín bautizó a la tremenda lluvia de arena expulsada por el volcán Pacaya, ubicado entre los departamentos de Guatemala y Escuintla, al sur de la ciudad capital... el volcán más activo de Centro América.

Aquí, un link con información del volcán pacaya, y aquí un video de la erupción alojado en YouTube y tomado por RusiaToday (RT).

 

Gracias a Dios, el pueblo guatemalteco es fuerte, luchador y sabe cómo ponerse en pie luego de ser golpeado.

Lamento las pérdidas a la industria, a la agricultura, pero lamento mucho más, las pérdidas humanas.  Desde aquí, mis condolencias a los deudos de los fallecidos en tan trágicos eventos.

Volviendo a lo nuestro…

Hace unos días, hablé con una muy buena amiga, quien trabaja en el mismo lugar que yo, y comentamos sobre cómo hacer una rica comida con carne de res, el corte… bolovique.

Cuánto tiempo y cómo lo hizo, no lo sé, porque ella cocinó el corte en una olla de cocimiento lento.

La cuestión es que todos saben cómo preparar el bolovique en salpicón, pero, ¿lo han probado con salsa de naranja y piña?

¿No?

Bueno, manos a la obra.

Necesitarán un par de libras de bolovique, en trozo, lo ponen en su olla de presión con un poco de aceite.  La idea es sellarlo para que todo el sabor y el jugo de la carne queden dentro.

Una vez sellada totalmente, echan agua, cerca de litro y medio de agua, un par de dientes de ajo pelados, sal al gusto. A mi, en lo personal, me gusta ponerle una hoja pequeña de laurel. Tiempo de cocimiento: 20 minutos.

Cuando ya está cocido, lo sacan del agua y lo dejan reposar hasta que se enfríe, luego lo ponen en el refrigerador por unos 30 minutos.  Esto es para que se rodaje bien.  Pasado este tiempo lo sacan y lo cortan en rodajas de más o menos 1cm de ancho.

Las reservan en un plato plano.

Compran una piña y un par de naranjas, si pueden agrias, y si no encuentran, compran un limón.

Cortan la piña en rodajas de 1cm y estas las cortan en cubitos o triangulitos, cómo más les guste.

En una sartén mediana, colocan un poco de mantequilla a derretir a fuego medio.  Cuando ya esté totalmente derretida, echan la piña y una hermosa cucharada de azúcar morena. Remueven bien.

Cuando ya se ha disuelto en su mayoría el azúcar, y la piña tiene un bello dorado y brillo, agregan el jugo de naranja (y limón) y lo revuelven bien.  Rectifican sal y pimienta, bajan el fuego al mínimo y dejan hervir, sin dejar que reduzca mucho.

La mantequilla le dará cremocidad al jugo de naranja y lo convertirá en una salsa. En el último momento, antes de servirlo, agréguenle un generoso chorro de vino blanco… el perfume que le dará a la salsa les hará agua la boca.

Las rodajas de bolovique, será necesario pasarlas por un “golpe” de calor en el horno tostador, o si su horno tiene “broil” mejor.

Sirvan las rodajas bañadas con la cremosa salsa de naranja y piña, acompañados de arroz blanco y una ensalada verde de su preferencia.

Gracias Irmita, por su amistad, enseñanzas y por compartir conmigo, este delicioso momento.

Hasta la siguiente entrada.

marzo 29, 2010

Guicoyitos Rellenos

Hola de nuevo amigos!!

Hoy para el almuerzo servimos un platillo muy gustado por muchos, no muy gustado por los niños, después de todo, a qué niño le gustan las verduras?

Pero con esta receta… les aseguro que les gustará la menos comer unos deliciosos guicoyitos rellenos… de pollo.

Van al mercado, a cualquier mercado, a comprar un par de guicoyitos tiernos, ya sea dos, o tres por persona, todo dependerá del tamaño y del apetito de los comensales.

Los ponen a cocer, como siempre, quitándoles el tronquito, con agua y un poco de sal.

Mientras se cosen, en otra olla, ponen uno o dos filetes de pechuga de pollo, sin hueso y sin piel(*) con una cebolla y unos dientes de ajo, sin sal.

Cuando los filetes ya estén cocidos, métanlos en un procesador de alimentos o bien, píquenlos a mano. En una sartén, en un poco de aceite de oliva, sofrían cebolla, tomate y chile pimiento, de preferencia verde, en concassé, cuando la cebolla ya esté transparente y se sienta el olor del chile pimiento, es hora de revolver el pollo triturado. Salpimienten a gusto y reserven.

Mientras esto pasa, los guicoyitos ya se cocieron, es hora de sacarlos a un bowl con agua fría (de preferencia agreguen hielo). Sumérjanlos allí.

Pongan unos tomates, cebolla, ajo y chile pimiento en una olla a hervir para hacer una salsa de tomate “chapina”, todos sabemos cómo se hace, y si no, dejen un comentario que con gusto les paso la receta.

Con una cuchara pequeña, extraigan la pepitas o semillas de los guicoyitos, teniendo cuidado de dejar algo de carnaza en ellos. Con mucho más cuidado rellenen los guicoyitos con la mezcla de pollo y reserven.  Algunos les gusta empanizarlos, a otros, solo dorarlos, a mi me gusta tal cual están en este punto, con dos pequeñas variantes.

La primera: con mucho cuidado, ahóguenlos en la salsa de tomate y sírvanlos con arroz blanco.

La segunda, coloquen una buena cantidad de queso de pita, Oaxaca o mozarela sobre cada guicoyito y métanlos a un horno muy caliente para gratinar el queso.  Sírvalos de inmediato acompañados de arroz blanco con elotitos dulces y la salsa de tomate, para que cada quien le ponga a su gusto.

Mmmmmmm…

Los sabores de mi Guatemala…

Un abrazo y hasta la siguiente.

* Tip: si quieren que el caldo tenga muy mejor sabor para tomarlo con fideos, guisquil, zanahoria y papa… pidan las pechugas con hueso, el hueso es lo que le da el sabor al caldo.

marzo 27, 2010

El Ichintal

Bien mis queridos amigos, tercer entrada, esta vale por la Semana Santa, ok?

Se recuerdan de mi amigo Guicho? Si el mismo al que llevé el viernes pasado.

Muy bien, pues con él hablábamos de un platillo que las abuelitas nos preparaban de patojos, a la abuelita de él le costaba un poco más de trabajo conseguirlo, pero lo conseguía mucho más fresco que yo, eso se los aseguro.

El ICHINTAL es la raíz de la planta de güisquil (científicamente llamado Sechium Edule Cucurbitaceae), deliciosamente suave y a veces fibroso, es realmente un manjar.

¿Cómo se prepara? Bueno, de mil formas, pero la que más me gustaba es...  SI! Claro, como mi abuelita la preparaba.

  • Primero, se limpian muy bien, recuerden que es la raíz de la planta, y se pela.
  • Se parte en rodajas, no muy gruesas, tal vez de un centímetro, no menos para que no se partan.
  • Se les pone una rodaja de queso, queda a discreción de cada uno de ustedes el tipo, personalmente les recomiendo queso de capas, algunos preferirán mozzarella, o tal vez, Oaxaca.
  • Baten, a punto de nieve un par de huevos, todo dependerá de la cantidad de rodajas de ichintal que tengan. Al estar a punto de nieve las claras, se revuelven las yemas, agreguen un poco de harina de trigo y maicena para dar mayor firmeza y crocanticidad a la mezcla de huevo.
  • Pasen las rodajas de ichintal con el queso por la mezcla de huevo y frían en aceite bien caliente.
  • Al estar doradas, retírenlas del fuego y colóquenlas sobre papel absorbente, para retirar el exceso de aceite, ustedes saben, cuestiones de salud, menos aceite, menos colesterol, menos riesgo de enfermedades coronarias, etcétera.
  • Mientras las deliciosas rodajitas de ichintal “escurren” aceite, en una olla pongan unos tomates, una cebolla, unos 3 ó 6 dientes de ajo, un poco de sal, un trozo de chile pimiento y agua.
  • Déjenlo hervir por 10 minutos.
  • Retírenlo del fuego, déjenlo que enfríe un poco y métanlo en la licuadora un rato.
  • Pongan media cebolla en concassé en una olla con un poco de aceite.
  • Cuando esté cristalina, no dorada, mezclen el tomate licuado pasándolo por un colador.
  • Dejar que hierva, salpimiente.
  • Ponga las rodajas del ichintal dentro de esta salsa y sirva caliente, acompañado de arroz blanco y tortillas.

Delicioso… simplemente, delicioso.

Hasta la otra semana, que descansen, mediten y vivan la Semana Santa con el fervor religioso que nos caracteriza.

Recuerden una cosa, Semana Santa, no es simplemente salir a cargar cuanta procesión puedan, Semana Santa es vivir la Pasión y Muerte de Cristo, pero sobre todo, celebrar su Resurrección.

marzo 26, 2010

Pacayas envueltas

Bien, va la segunda entrada al blog.

Es increíble lo que cuesta encontrar el tiempo para escribir al menos una entrada en el blog, pero prometo que trataré de hacerlo al menos una vez a la semana, porque material, ufff... hay mucho.

Hoy por la tarde, cuando salí de la oficina, le di "jalón" a un amigo, o sea, para los que no son guatemaltecos, tal vez el término "ray" les es más familiar. En fin, este tema es de otro blog, no de este.

Volviendo a lo que les quiero compartir.  Mi amigo y compañero de trabajo, un poco mayor que yo, es oriundo del interior del país, y juntos recordamos algunos platillos de nuestras mamás y abuelas.

Para empezar, ¿quién no ha probado las pacayas? La foto la tomé del sitio web de Irma Flores en Flickr, espero no se enoje, por ello estoy citando la fuente.

Bien, las pacayas se siembran en muchos lugares de Guatemala, principalmente en un lugar llamado Senahú, en el departamento de Alta Verapaz, su cosecha se da en los meses de marzo y abril, precisamente para la temporada de Semana Santa, por lo que no pueden faltar en la mesa chapina.

Como pueden apreciar en la fotografía, lo que está en el interior de la vaina es lo que se come, son como brochas de color verde claro y es preferible comerlas, ni muy tiernas ni muy sazonas.

Allí va una de las recetas de mi abuelita:

Ingredientes:
De acuerdo al tamaño de las pacayas que encuentren, compren una o dos por persona.
Tomate
Cebolla
Hojas de hierba buena
Sal y pimienta

Preparación:

  • Limpie las pacayas retirando la vaina.
  • Ponga a calentar agua suficiente en una olla, es necesario que las pacayas sean cubiertas por el agua.
  • Agregue un poco de vinagre y sal al agua.
  • Cuando el agua esté hirviendo, sumerja las pacayas y deje hervir durante 10 ó 15 minutos.
  • Al finalizar, escurra las pacayas y tire el agua.
  • En la misma olla, ponga más agua limpia, esta vez, solo con sal.
  • De nuevo, cuando hierva el agua, sumerja las pacayas y deje hervir por 10 minutos más.
  • Las pacayas deben quedar suaves pero firmes y el sabor amargo debió haber casi desaparecido.
  • Retire los hilos de pacaya del tronco, séquelos con papel absorbente o un lienzo limpio.
  • Corte las tiras en trozos de un centímetro aproximadamente y reserve.
  • Corte el tomate y la cebolla en concassé.
  • Pique las hojas de hierba buena.
  • Mezcle todo muy bien.
  • Salpimiente y sirva.
Mi abuelita nos servía este delicioso platillo de nuestra cocina, acompañado con tortillas de maíz, calientes y recién hechas. A veces, y mi gusto personal, le agregaba aguacate en cubitos y un poco de jugo de limón, pero, eso queda a su puro gusto.

Espero les guste esta entrada y que la disfruten, tanto como yo lo hice cuando era pequeño.

Hasta la próxima.

marzo 14, 2010

Bienvenidos...

Primero que nada, bienvenidos a mi primer blog.

Hay dos cosas que en esta vida me apasionan, aparte de mi familia, claro:

La primera, las computadoras, sus misterios, la capacidad que en tan poco tiempo a alcanzado, los costos tan inalcanzables con los que empezó y lo "disponible" que es ahora, incluso las laptop y PDA's.

La segunda, la cocina y sus secretos, sus sabores, sus aromas, sus presentaciones, su todo... mmm...

Crear un blog de computación hubiera sido fácil, pero ya hay muchos, y sería como repetir lo que ya está escrito, en este tema no tengo nada nuevo que escribir o que aportar.

Por otro lado, blogs de cocina guatemalteca no he visto muchos, así que, espero que lo que pueda aportarles aquí les sea de utilidad.

Guatemala es hoy en día un pedacito de tierra ubicado al extremo norte del istmo centroamericano, limita al Norte y Oeste con México, al Nor-Este con Belice, al Este con Honduras, al Sur-Este con El Salvador y al Sur con el océano Pacífico. La extensión territorial es de 108,889 km cuadrados.

Guatemala, como México y el resto del Istmo centroamericano, fue conquistada/colonizada por España en el siglo XVI.  En el año de 1523 los conquistadores españoles entraron por el oeste, provenientes de México y bajo el mando del capitán español Don Pedro de Alvarado.

A partir de este momento, se inició una imparable fusión de sabores y olores en las cocinas de todo el territorio guatemalteco.

Iniciaremos juntos, o al menos lo intentaré, un viaje a través de la historia de Guatemala, pero de forma diferente, en lugar de conocer hechos de nuestra historia, conoceremos los sabores que nos distinguen y nos hacen ser... Guatemaltecos de Corazón.

Bienvenidos y que lo disfruten tanto como lo haré yo.