junio 11, 2010

Cazuela de verduras y pollo

Los días jueves, nos juntamos con un par de amigos, tenemos una charla llamada círculo, que es un medio de formación en donde conocemos un poco más cada día acerca del catecismo de la Iglesia católica y de qué forma podemos servirle a Dios en nuestras labores cotidianas y llegar a ser Santos en medio del mundo.

Al salir, mi buen amigo el Pelón y yo, pasamos a un supermercado, hacemos algunas compras y nos vamos a su casa… a ver qué sale.

Hemos hecho unas cenas… deliciosísimas!

Aquí les comparto la de ayer.  La bauticé como Cazuela de verduras y pollo.

Es interesante ver cómo en la cocina no hay nada escrito sobre cómo hacer tal o cual platillo.  Las recetas de los diversos platos son simples guías, pero no mandamientos de cómo preparar las viandas.

Esto es fácil.

Vaya al supermercado, o al mercado cantonal de su preferencia.

Compre filetes de pechuga de pollo. En algunas ocasiones, ya venden las pechugas en trozos, compre de esta para evitar la fatiga. Si no compró de esta, bueno, tome cuchillo y tabla y a trocear las pechugas de pollo.

Compre cebolla, tomate, chile pimiento (del color que guste menos rojo), papas, zuchini, un par de bolsitas de salsa de tomate preparada Natura’s Clásica Italiana  y una bolsita de pasta de tomate Kern’s (que les valga la publicidad).

Corte un par de cebollas en julianas, no muy finas pero tampoco gruesas.  Si lo prefiere puede cortarlas en cuadros de 1cm x 1cm aproximadamente.

Corte el tomate en cubos de 1cm x 1cm.

Corte el chile pimiento en tiras de 1/2cm de ancho y no más de 4cm de largo.

Corte grotescamente la papa, bien lavada y con cáscara, en cubos de 2cm x 2cm.

Los zuchini, lávelos bien y córtelos por la mitad y luego en 3 partes más o menos iguales.

Rico, ¿verdad?

En una olla, ponga unas dos o tres cucharadas de aceite, eche la cebolla y deje cristalizar.

Agregue el pollo en cubos.

Recuerde que la mayoría de personas lavan la carne de pollo bajo el chorro –grifo- de la cocina, pero, según la Food and Drink Federation, en un comunicado emitido en junio de 2004, esta es una muy mala práctica, pues se ha demostrado que de esta forma se diseminan los gérmenes que se encuentran en la piel y en la carne del animal sobre las superficies vecinas de la cocina y sobre los alimentos que se encuentran en las cercanías.

No hay que olvidar que los gérmenes que puedan encontrarse en la piel y en la carne del ave son liquidados durante el proceso de cocción, por lo que es solo necesario sumergir la carne en agua, sobándolo un poco y luego dejarla en un plato para que acabe de escurrir.

Lávese muy bien las manos después de manipular la carne de pollo, o cualquier otra carne cruda que haya tocado.

Deje cocinar por 5 minutos, moviendo de vez en cuando.

Pasado este tiempo, ya solo consiste en ir echando cosas a la olla.

Empezamos con las salsas de tomate y la pasta, junto con un vaso –250ml- de agua. Removemos un poco para mezclar la pasta de tomate.

Dejar cocer por 2 ó 3 minutos y se agrega el chile pimiento.

Dejar cocer por 2 ó 3 minutos, se agrega la papa y el zuchini.

Tapar y dejar cocer por 10 ó 15 minutos, con el fuego medio, hasta que la papa esté blanda, al igual que el zuchini.

Retirar del fuego y agregar unas 3 ó 4 cucharadas de perejil picado, remover bien y servir de inmediato.

Mi amigo y yo lo acompañamos con un arroz amarillo que él hizo, fenomenal.

No sé que me gustó más, el pollo que hice, o el arroz que él hace que le queda buenísimo, hasta para comerlo solo.

En fin, estuvo deliciosa la cena.

Buena noche amigos lectores, hasta la otra semana.

junio 09, 2010

Dos meses después…

¡Hola amigos!

Después de mi último post, han pasado muchas cosas, entre ellas una tormenta fatal para la población guatemalteca y una "negra nevada", como el humor chapín bautizó a la tremenda lluvia de arena expulsada por el volcán Pacaya, ubicado entre los departamentos de Guatemala y Escuintla, al sur de la ciudad capital... el volcán más activo de Centro América.

Aquí, un link con información del volcán pacaya, y aquí un video de la erupción alojado en YouTube y tomado por RusiaToday (RT).

 

Gracias a Dios, el pueblo guatemalteco es fuerte, luchador y sabe cómo ponerse en pie luego de ser golpeado.

Lamento las pérdidas a la industria, a la agricultura, pero lamento mucho más, las pérdidas humanas.  Desde aquí, mis condolencias a los deudos de los fallecidos en tan trágicos eventos.

Volviendo a lo nuestro…

Hace unos días, hablé con una muy buena amiga, quien trabaja en el mismo lugar que yo, y comentamos sobre cómo hacer una rica comida con carne de res, el corte… bolovique.

Cuánto tiempo y cómo lo hizo, no lo sé, porque ella cocinó el corte en una olla de cocimiento lento.

La cuestión es que todos saben cómo preparar el bolovique en salpicón, pero, ¿lo han probado con salsa de naranja y piña?

¿No?

Bueno, manos a la obra.

Necesitarán un par de libras de bolovique, en trozo, lo ponen en su olla de presión con un poco de aceite.  La idea es sellarlo para que todo el sabor y el jugo de la carne queden dentro.

Una vez sellada totalmente, echan agua, cerca de litro y medio de agua, un par de dientes de ajo pelados, sal al gusto. A mi, en lo personal, me gusta ponerle una hoja pequeña de laurel. Tiempo de cocimiento: 20 minutos.

Cuando ya está cocido, lo sacan del agua y lo dejan reposar hasta que se enfríe, luego lo ponen en el refrigerador por unos 30 minutos.  Esto es para que se rodaje bien.  Pasado este tiempo lo sacan y lo cortan en rodajas de más o menos 1cm de ancho.

Las reservan en un plato plano.

Compran una piña y un par de naranjas, si pueden agrias, y si no encuentran, compran un limón.

Cortan la piña en rodajas de 1cm y estas las cortan en cubitos o triangulitos, cómo más les guste.

En una sartén mediana, colocan un poco de mantequilla a derretir a fuego medio.  Cuando ya esté totalmente derretida, echan la piña y una hermosa cucharada de azúcar morena. Remueven bien.

Cuando ya se ha disuelto en su mayoría el azúcar, y la piña tiene un bello dorado y brillo, agregan el jugo de naranja (y limón) y lo revuelven bien.  Rectifican sal y pimienta, bajan el fuego al mínimo y dejan hervir, sin dejar que reduzca mucho.

La mantequilla le dará cremocidad al jugo de naranja y lo convertirá en una salsa. En el último momento, antes de servirlo, agréguenle un generoso chorro de vino blanco… el perfume que le dará a la salsa les hará agua la boca.

Las rodajas de bolovique, será necesario pasarlas por un “golpe” de calor en el horno tostador, o si su horno tiene “broil” mejor.

Sirvan las rodajas bañadas con la cremosa salsa de naranja y piña, acompañados de arroz blanco y una ensalada verde de su preferencia.

Gracias Irmita, por su amistad, enseñanzas y por compartir conmigo, este delicioso momento.

Hasta la siguiente entrada.